lunes, 20 de agosto de 2012

Me dolían los hombros y me pregunté: ¿hasta cuando cargaré con esto?
Cargar con esto que no es mio ya no quiero.
Los pies pesados y cansados. Tanto caminar sin rumbo.
Me aferré de las pocas estrellas que brillaban.
Y me dormí a pesar del frío.
Lo lindo es que ahora están en mis sueños, de esos que parece que vivimos.
Y al final ya está. Ya no cargo con todo eso.
Pero todavía tengo mis estrellas. Esas que me hacen feliz.





2 comentarios:

  1. Que belleza,
    el no cargar con nada màs
    que la decisión de no cargar más nada.

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    1. Totalmente, a veces es tan difícil ver que el peso lo seleccionamos nosotros en nuestra vida, es como preparar la mochila para el viaje.

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