martes, 24 de febrero de 2015

24/02/15

Filoso, cortante, punzante. Se alojó detro de mi y se afirma con fiereza
Quisiera poder arrancarlo, de una vez por todas, pero realmente duele.
Duele cada tirón, duele sacarlo.
Quisisera poder limpiar este desastre y tener la satisfacción de decir "lo logré".
Pero se ve tan distante, tan imposible y lejano.
Necesito sacarlo de mi. Poder librarme de él.
¿Por qué me elegiste a mi cuando podrías causar mal en otro lado?
¿Acaso yo te invoqué?

Odio que tu miedo te paralice, Y yo quede acá, esperando.
Esperando algo que jamás va a llegar.
Y así con la siguiente, la próxima.
Odio tener que ser un nombre al vacío.
Llámame cuando me necesites, no me menciones en vano.

Podría haberte dado lo mejor y lo peor, pero siempre con una sonrisa.
Podría haber solucionado mil problemas existentes o hipotéticos.
¿Por qué? ¿Por qué si vas toda esa luz no te quedaste?
Era tan sencillo quedarse.
Tan fácil y valioso.
Podría haberte dado todo. Todo lo que si y lo que no.
Lo que estará y lo que se fue, pero todo en fin.
Quisiera poder odiarte. Pero ni para eso soy tan valiente.

Amaría poder decir tu nombre sin que se arrastre por mis dientes.
Hablar de vos sin nostalgia o dolor.
Y poder mostrar esa felicidad transparente que alguna vez ahí estuvo.
Con vos.
Pero no estás y así lo elegís. Y así lo tengo que aceptar.       
         
      

No hay comentarios:

Publicar un comentario